A lo largo de los años, muchas personas han venido a mi consulta buscando prosperidad.
La prosperidad conlleva bienestar, amor al universo, conciencia de la otredad...es una actitud frente a la vida, de abrirnos al don del merecimiento y a todas las posibilidades. Hace algunos años, se me ocurrió idear una estructura para trabajarle la prosperidad a mis clientes y, así, empecé a medir con péndulo los diversos niveles: el de dar, el de recibir, el de fluir, el de aceptar y, por supuesto, el de obtener prosperidad. Fue de esta manera que pude descubrir dónde se hallaban y qué tipo
de bloqueos tenían mis consultantes. ¿Eran de vida pasadas?¿O de vida actual?¿O eran energías acumuladas de otras experiencias de vida?
La investigación se fue haciendo profunda a través de los maravillosos gráficos creados por el Profesor Robert Detzler... El resultado fue óptimo.
Algo que es importante que solía pedir y sigo pidiendo a mis clientes es que nos demos unos 90 días para comenzar a ver cambios y vivir la prosperidad desde una nueva óptica. En la TRE como en la programación neurolingüística, y otras disciplinas asociadas a la mente, necesitamos como mínimo 21 días para cambiar el "chip", para que el consultante comience a actuar según estos nuevos lineamientos psicoespirituales.
Para mí ha sido motivo de gran alegría observar a mis clientes muy contentos con una nueva forma de percibir la vida. Mi gratitud sincera a todos ellos por permitirme ayudarlos.
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